EL FÚTBOL OFENSIVO ES INFINITO, INTERMINABLE. POR ESO ES MAS FÁCIL DEFENDER QUE CREAR. CORRER ES UNA DECISIÓN DE LA VOLUNTAD, CREAR NECESITA DEL INDISPENSABLE REQUISITO DEL TALENTO

domingo, 27 de marzo de 2011

Crónica jornada 27: Villanovense Sambo - C.D. Ruecas

     
     Se repite la misma historia por enésima vez esta temporada, y no es que el C.D. Ruecas no cuente con un gran equipo, es que debido a los grandes resultados en cuanto a puntos de esta temporada, salen con una marcha menos en casi todos los partidos, y muchas veces es 
suficiente para sacarlos adelante los, pero con mas sufrimiento del debido siempre, y es la causa de no estar mas cerca de la primera plaza a día de hoy. Un poco mas de sacrificio y concentración, no estaría de mas para no pasarlo tan mal como y ha ocurrido en muchas ocasiones. La fortaleza de este equipo no es solamente la calidad, ha sido durante muchos años la lucha y las ganas de competir, algo que a veces se olvida.

     Comenzó el partido puntual en el magnífico campo de césped artificial de Villanueva de la Serena sin un dominador claro. El Villanovense un poco mas metido en su campo y con menos posesión de balón, y el C.D. Ruecas un poco mas lejos de su área, pero tocando el balón siempre muy lejos de la portería contraria, de hecho era el Villanovense el que llegaba con mas peligro cuando tenía oportunidad, con un magnífico jugador en el centro del campo que muy completo, reparte juego, defiende, da el último pase y acaba jugadas. 

 Sin embargo fue el C.D. Ruecas el que tras jugada por banda y semifallo en el remate, le queda el balón de nuevo a Juan Antonio, que anota un nuevo gol, y son ya unos cuantos en los últimos partidos. El gol no cambió para nada el desarrollo del juego, con un C.D. Ruecas incapaz de sacar el balón jugado ante el buen posicionamiento de los de Villanueva en el medio campo, y un Villanovense que aprovechaba los robos en medio campo para salir con mucho peligro. 

     A la media hora de juego, una de las oportunidades mas claras de los locales con un buen disparo desde la frontal del área, que Andrés toca con la punta de los dedos para que acabe estrellándose en el larguero. Continuaron las ocasiones con tres o cuatro llegadas mas con cierto peligro, pero fue el C.D. Ruecas, quien en jugada por banda de Manolo Cobos, realiza un centro-chut, que Bebeto recoge y bate de disparo cruzado al guardameta de Villanueva, estableciendo el 0-2. Los últimos 10 minutos fueron de llegadas a una y otra área y muchas oportunidades de gol por ambos equipos, mejor hilvanadas las de los de casa. en el minuto 36, centro desde la 
banda del Villanovense y falla en el remate desde el punto de penalty el delantero villanovense, dos minutos después jugada polémica dentro del área de Ruecas, y que los locales piden se señale como penalty, y tres minutos depués en buena jugada colectiva del Villanovense, su número 6 da un pase perfecto en profundidad, que entre el delantero local y Sady, rematan al fondo de la portería de Andrés. Seguidamente es el número 22 de Villanueva el que vuelve a intentarlo de cabeza desde cerca de la portería,  después es Bebeto el que roba un balón a la defensa de Villanueva y no acierta a convertirla en gol, vuelve a probar suerte el número 6 del equipo local con un gran disparo que sale fuera por muy poco, y un minuto antes del final de la primera mitad, de nuevo Bebeto falla una gran oportunidad de gol tras pase de Kamal.

     Así se llegó al final de la primera parte, con ventaja en el marcador para los visitantes, no injustamente, como tampoco lo habría sido un empate. El Ruecas tuvo mucho la pelota en su poder, pero solo la hacía circular por su defensa, que era incapaz de conectar son el centro del campo, donde se perdían la mayor parte de los balones, debido a la poca movilidad y lentitud en la elaboración de juego. Pro su parte el Villanovense Sambo, con las  líneas adelantadas, presionando en el terreno de juego contrario, no daba oportunidades, y aprovechaban los robos para llegar con facilidad. Lo cierto es que es el Villanovense Sambo mas ordenado y mas correcto sobre el terreno que he conocido en estos años, quizás le falten algunos jugadores de calidad que han ido a otros equipos, pero que podrían optar por estar más arriba en la tabla. Hasta el descanso, partido limpio y con ninguna incidencia.

     Comenzó la segunda parte, y lo que parecía que iba a ser un acoso del Villanovense para empatar el encuentro, se convirtió en una cesión de metros por parte de los locales, que permitió al C.D. Ruecas empezar a tocar el balón en el campo contrario, mucho mas cerca de la portería del Villanovense, lo que le permitió crear mas y mejores ocasiones de gol. A pesar una primera oportunidad para los locales, fueron 10 minutos en los que el C.D. Ruecas debió sentenciar el partido. Ya en el minuto 2, Bebeto en una internada por la izquierda, llega hasta la línea de fondo a la altura del final del área pequeña, recorta hacia atrás, y solo delante del portero no puede finalizar en gol la jugada. Y fue en Juanma en los minutos siguientes el que desequilibró el partido, primero tras un robo de balón en la frontal del área, hace una pared con Manolo Cobos, y bombea al segundo palo donde Bebeto solo tiene que empujar con la cabeza el 1-3. Y tres minutos depues, tras llegada por banda y centro al punto de penalty, el rechace del portero sale hacia arriba, y Juanma solo tiene que empujarla al volver al césped, poniendo el 1-4 en el marcador.

   Y vuelta a cambiar de escenario. El C.D. Ruecas vuelve a retroceder metros, los metros que le habían permitido crear peligro y distanciarse en el marcador, gracias el empuje de los de Villanueva, que vuelven a adelantar líneas y a tomar el control del centro del campo volviendo a la dinámica del final de la primera parte. No hay continuas ocasiones de peligro, pero el dueño del centro del campo es el Villanovense, y de nuevo, el número 6 en una falta magistral, pone el 2-4 en el marcador a falta de 25 minutos para el final del partido. Con el partido muy cuesta arriba para el Villanovense, el C.D. Ruecas intenta defender el resultado y ocurre una acción que puedo acabar de cambiar el signo del partido. Joaqui choca con un contrario con tan mala suerte, que recibe un fuerte golpe en el pecho, que le obliga a retirarse del campo. No teniendo Ruecas en ese momento ningún jugador disponible para hacer la sustitución, ya que habían salido todos los jugadores de banquillo preparados en ese momento ya al campo,  jugarían en inferioridad al menos durante al menos 10 ó 15 minutos, circunstancia que aprovecharon pocos minutos después logrando el gol que les permitía ponerse 3-4.

     Y es precisamente a falta de 20 minutos, y con claras posibilidades de igualar o remontar el encuentro, cuando sucedió lo que no debe permitirse que suceda en un terrenos de juego. Choque entre dos jugadores, rencillas, insultos entre ambos, que son contestados desde la grada, devolución de improperios a la grada, tangana, expulsión de un jugador local que no quiere abandonar el terreno de juego, y suspensión del partido. Un encuentro que hasta el momento había sido limpio, y que se presentaba emocionante suspendido por el orgullo de un jugador, que con razón o sin ella, y mereciéndolo o no, había sido expulsado y no acata la decisión del juez del partido, el señor árbitro.

     A nuestra edad, y conociendo como debiéramos conocer el reglamento, y con muchos años de experiencia para muchos, tendríamos que saber que dirigirse al público, independientemente de lo que te digan, es expulsión, y después de tantos partidos saber que dentro de un campo de fútbol, por desgracia, siempre se reciben insultos y es un precio que tenemos que pagar por jugar al fútbol, que las cosas que pasan en el campo, por lo general acaban quedándose en el campo, que es solo un juego y que lo que digan lo que están fuera forma parte de el, y que si no estamos dispuestos a respetar las normas escritas y no escritas del fútbol, quizás sea mejor dejar de practicarlo o jugarlo con amigos. La sociedad en la que vivimos es esta, en Villanueva, en Ruecas y en Madrid, y si no que se lo pregunten a cualquiera de los árbitros cuanto orgullo deben tragar, para que les paguen dos duros por hacer algo que también les gusta. 

   

     

     

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